El azul de la bandera puertorriqueña

Por: Marisa Vega

Hace poco me enviaron una captura de pantalla de un mensaje publicado en una red social donde se mencionaba que cuando la bandera de Puerto Rico estaba junto a la de los Estados Unidos de América, las dos iban del mismo color (se refería al azul). Sorprendida quedé porque se compartía como un dato e indicaba que había que instruirse. Por eso esta entrada.

Lo primero que hay que aclarar es que ese dato es erróneo. El azul de la bandera puertorriqueña, ya sea sola o junto a la de los EE. UU., no es el azul marino. Si conociéramos nuestra historia y también la ley, no estaríamos discutiendo sobre cuál es el azul de la bandera.

La Ley Núm. 1 del 24 de julio de 1952; establece que la bandera del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, es la que hasta ese momento se conocía como la bandera puertorriqueña. Esa fue la que don Juan de Mata Terraforte, de la sección puertorriqueña del Partido Revolucionario Cubano, presentó el 22 de diciembre de 1895 en el ‘Chimney Corner Hall’ de la ciudad de Nueva York, EE. UU., y que tenía los colores invertidos de la bandera cubana.

A partir de ese momento, la bandera de la estrella solitaria empezó a utilizarse como símbolo de libertad contra la opresión española. Luego fue el símbolo de la resistencia puertorriqueña ante los Estados Unidos de América. Siguiendo esta tradición, en el 1930 el Partido Nacionalista la adoptó como su estandarte. En el 1952, dejó de ser la bandera de unos pocos, para convertirse en la bandera de todos.

Es importante que entendamos que la bandera rectangular, de cinco franjas horizontales, tres rojas y dos blancas alternadas, con un triángulo equilátero azul (que no es el azul oscuro) que toma toda la anchura de la bandera y contiene una estrella solitaria blanca de cinco puntas, es la bandera de todos los puertorriqueños y que está sobre el tema político, las ideologías y cualquier otra consideración. También sobre discusiones estériles y argumentaciones insustanciales.

Una bandera no es un ‘canto de tela’; sino que encierra toda la riqueza cultural, la historia, la tradición y los sentimientos de un pueblo. La monoestrellada es esencia, identidad; lo que nos identifica como puertorriqueños. No le pongamos cargas que no lleva. Aprendamos a diferenciar las cosas. Esas franjas rojas y blancas, ese triángulo azul cielo y esa estrella solitaria son, y serán siempre, lo que nos identifica como puertorriqueños.

 

Marisa Vega es relacionista licenciada y consultora en relaciones públicas y protocolo, con más de 20 años de experiencia. Ofrece charlas, conferencias y talleres sobre protocolo, comunicación, medios sociales y relaciones públicas. Es profesora a nivel subgraduado en la Escuela de Comunicación de la Universidad del Sagrado Corazón.