El precio de la corona

Por: Ángel L. Cruz Gómez

Estudiante practicante Holistic Marketing & Communications

El mundo de los certámenes de belleza puede resultar fascinante y para muchas participantes, uno de los sueños más anhelados de sus vidas.  Sin embargo, para poder a cumplir con todos los retos que conlleva convertirse en la mujer más bella del mundo, cualquier aspirante debe estar preparada para enfrentar el procedimiento.

En la primera fase del concurso nacional Miss Universe Puerto Rico, cada candidata debe comenzar con dietas alimenticias estrictas, largas horas de ejercicios en el gimnasio, prácticas en pasarela, y estudios de ética y dicción. De igual forma, la joven debe cumplir con varias reglas del concurso, como lo son: ser soltera (no puede haber estado casada); no tener hijos; y en muchos países debe haber sido inscrita como mujer al momento de nacimiento (no haber sufrido cambio de sexo).

Entre los requisitos que exigen los certámenes está el que la candidata luzca lo más natural posible. Cada una debe de tener lo que se describe en el mundo de los concursos cómo la belleza comercial. La nueva administración de la franquicia internacional de Miss Universe cambió su formato para destacar que la mujer no solo debe ser bella, sino también, debe tener un propósito y dejar un legado para todas las personas que la ven como un ejemplo a seguir.

Visto desde mis experiencias vividas como maestro de pasarela, he observado que muchas de estas jóvenes pasan por procesos difíciles, como cirugías estéticas – para mejorar su apariencia física – y de ortodoncias, para obtener mayor sentido de seguridad y mejores probabilidades a la hora de enfrentarse a un jurado que las estará evaluando desde el primer día en la competencia.

Ser Miss Universe conlleva tiempo, preparación, pero sobre todo mucho dinero. Para muchas, la incursión en gastos puede ser el mayor reto. Entre estos gastos se encuentra el de los atuendos para las diversas actividades relacionadas al certamen; el traje de gala por ejemplo, que puede tener un valor de hasta $10,000, solo se podrá utilizar si entra a la ronda de las 10 semifinalistas.

Uno de los gastos más altos dentro de la competencia son los servicios de estilista y maquillista, ya que este trabajo es uno de los más importantes para una concursante, porque en todo momento ella debe estar arreglada para poder participar en eventos tales como: mall tours, entrevistas en televisión, competencia de traje típico, preliminar y noche final. Para las candidatas que no logren prevalecer dentro del concurso siempre existen otras oportunidades en las cuales pueden seguir trabajando en el mundo de la belleza, ya que en este tipo de certámenes sus talentos son expuestos en todo.

Una vez la aspirante gana el concurso local, la candidata es sometida a un proceso riguroso de preparación por la organización del certamen nacional, en donde esta debe estar preparada lo mejor posible para enfrentarse a otras candidatas de diversas partes del mundo.

Como parte del proceso, la reina local puede ser participe de decisiones, pero no tendrá la última palabra ya que quienes la preparan tendrán la decisión final en procedimientos tales como, color y corte de pelo, los trajes que utilizará, los zapatos, el maquillaje, entre otros.

Este mundo es fascinante para muchos, pero absurdo para otros. Es el deporte favorito de los “missólogos”, al igual que la final de la NBA para muchos fanáticos del baloncesto.